Anatomía de la discoteca

El sol italiano contrasta con la fría lluvia veneciana en una nube de tregua que mira hacia el siguiente destino. Es extraño ver cómo este descanso se ve marcado por largas noches sin dormir y grandes distancias por recorrer. Así, al ritmo de un bolígrafo, surgen palabras que nunca podremos olvidar. Es la magia de la bota, que inconscientemente ya está muy adentro de todos nosotros y nos susurra al oído que nos quedemos. Italia hay que conocerla y me siento muy egoísta al pretender que leáis estas líneas. Así que lo mejor que podéis hacer es ver todas las fotografías con tal de contagiaros este sentimiento que me embarga. Ciao!

OSCAR HIDALGO LAJARA